Colaborando en los preparativos y la celebración de la fiesta patronal en honor a la Virgen de la Defensa de la comunidad nahua de Zaragoza Ixtacamaxtitlán, Puebla.
Autora: Sandra Hernández Díaz
Fecha: 23 de octubre de 2023
Lugar: Zaragoza Ixtacamaxtitlán, Puebla
Introducción
El voluntariado es una experiencia gratificante que permite a las personas contribuir con las comunidades y al mismo tiempo obtener crecimiento y desarrollo personal, enriquecer su vida a través de conexiones significativas y contribuciones valiosas a la sociedad.
En este voluntariado se colaboró con los preparativos yl a celebración de la Fe en la fiesta patronal en honor de la Virgen de la Defensa, es una festividad que se lleva a cabo con gran devoción y alegría en Zaragoza de Ixtacamaxtitlán. Cada año, en el mes de octubre, los habitantes se reúnen para rendir homenaje a su santa patrona con una serie de actividades religiosas y culturales. Este año, tuve la oportunidad de participar en la brigada comunitaria que se unió a la celebración, y la experiencia fue verdaderamente inolvidable.
¿Cómo fue mi experiencia?
El sol salía tímidamente por encima de las montañas en Zaragoza de Ixtacamaxtitlán, Puebla, cuando el equipo de voluntarias nos reunimos con las autoridades que conforman el comité de fiestas y la mayordomía para darnos instrucciones y poder iniciar con nuestro objetivo.
Zaragoza de Ixtacamaxtitlán, es una pequeña comunidad enclavada en las montañas del norte de Puebla. Con un espíritu fuerte y un profundo sentido de unidad y desde el momento en que llegamos, fuimos recibidos con cálida hospitalidad y sonrisas.
Nuestras tareas fueron diversas desde la limpieza de la iglesia, el apoyo en el registro de las personas de la región que con gran esfuerzo realizaron su cooperación para el desarrollo de esta festividad. Nos unimos a los habitantes en un esfuerzo conjunto para dejar cada detalle listo. La alegría de los niños y las personas mayores que observaban nos recordó la importancia de estos gestos para el tejido de la comunidad.
La brigada también apoyó con la muy colorida caravana que pasa por las calles del pueblo en la que se lleva la imagen de la Virgen de la Defensa adornada con flores y frutas. Tuvimos la fortuna de participar ayudando con los finos detalles del carro alegórico. Esta procesión nos recordó la profunda fe que una a la comunidad y cómo la religión desempeña un papel central en la vida de las personas.
El día continuó con una comida comunitaria en la que compartimos historias, risas y sabores locales. La calidez y el sentido de comunidad que experimentamos eran invaluables. Fue un recordatorio de que, más allá de las actividades específicas que realizamos, lo más importante es la conexión humana y el impacto positivo que podemos tener en la vida de los demás.
La festividad culminó con fuegos artificiales que iluminaron el cielo y llenaron la noche de magia. Fue un final perfecto para un día lleno de alegría, devoción y comunidad.
¿Qué me dejó esta brigada?
Fue una oportunidad para participar en una celebración que combina la espiritualidad con la tradición cultural. Me recordó la importancia que tiene la comunidad para celebrar sus creencias y valores compartidos. Esta festividad es mucho más que una simple celebración religiosa; es una manifestación de la unidad y la fe que hacen a la comunidad especial. Estoy agradecida de ser parte de ella y espero con ansias participar nuevamente en el futuro.
Esta brigada me conecta con una causa o una organización a la que te sientes comprometido. Esto sin duda es una inspiración para seguir apoyando este tipo de proyectos a largo plazo.
Me fui con el corazón lleno de gratitud y la certeza de que estas experiencias no solo cambian las vidas de quienes servimos, sino también las nuestras.
Zaragoza de Ixtacamaxtitlán, Puebla es un testimonio de que, cuando las personas se unen para un propósito común, pueden lograr un cambio significativo. Nuestra brigada comunitaria no solo dejó un impacto tangible en la comunidad, sino que también dejó una marca imborrable de agradecimientos.
